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Realizada durante la mañana del martes 26 de mayo de 2015 en
compañía de mi buen amigo Jaime Soto Cortés, argentino,
español y conejero, que un día decidió, junto a su esposa, asentarse de modo
definitivo, con su hijo, en Lanzarote.
Pudimos disfrutar de un día de mucho sol que no nos hizo
mella alguna sino ya en el tramo final cuando, subiendo por el Barranco
del Higueral, alcanzábamos las proximidades de Femés.
La ruta no reviste especial dificultad. Nosotros optamos por
bajar desde Pico Redondo al Valle de la Casa, con un desnivel
relativamente importante y un terreno pedregoso y resbaladizo, pero existe otra
opción, que explicaré más adelante, que evita dicha bajada y hace más sencilla,
y algo más corta, la ruta.
Dejamos aparcado el coche, como es lo habitual para algunas
de las rutas que se pueden iniciar en Femés, en la Plaza de San Marcial.
Tiene la ventaja de ser un lugar público, con establecimientos de hostelería
cercanos, lo que otorga un plus de seguridad a nuestro vehículo.
El Pico de la Aceituna, nuestro primer
objetivo, se yergue sobre Femés asemejándose a una mano
cerrada dispuesta a dar un capón al pueblo para que se despierte. La verdad es
que parece más de lo que es, pues la subida al mismo no entraña dificultad
alguna.
El arranque de la ruta es sencillo: damos la espalda,
literalmente, a la Atalaya de Femés y, dejando a nuestra derecha la carretera que
baja a Playa Blanca, nos dirigimos por la única calle que queda
enfrente de nosotros. Es una pequeña subida que, en pocos momentos, nos permite
tener una bonita vista de la pequeña población y de la Atalaya que, desde lo
alto (es el segundo punto más elevado de toda la Isla) la custodia.
También en este tramo de recorrido queda ante nuestra vista la
Caldereta
de Maciot, con su intensísimo color rojo, cada vez más degradada a
consecuencia de la extracción de mineral que se hace en la misma.
Enseguida llegamos a un pequeño rellano en el que un cartel
nos recuerda que Los Ajaches son monumento natural y es espacio protegido.
Allí mismo podemos encontrar dos aljibes, a derecha e
izquierda del camino respectivamente.
Cuando remontamos este pequeño repecho llegamos a una
pequeña explotación ganadera de cabras, junto a la que hay un poste indicador
de direcciones y un cartel explicativo de la ruta senderista PR LZ
11 (Femés – Barranco de la Higuera – Playa Quemada), que es una de las
diez que tiene homologadas el Cabildo Insular de Lanzarote.
El panel informativo nos indica que esta ruta se localiza en el sureste de la isla de Lanzarote, dentro del
macizo de Los Ajaches y también abarca parte de la costa de Rubicón. Buena
parte de la misma discurre por el interior del Monumento Natural de Los
Ajaches, declarado con este nivel de protección en la Ley de Espacios Naturales
de Canarias de 1994.
Este macizo
constituye, conjuntamente con el de Famara - Guatifay, la zona ms antigua de
la Isla. El macizo ocupa una extensión de 46,5 km2, esto es el 5,5 % de la
superficie insular.
En el interior
encontramos el valle de Femés, ocupando una posición central dentro del macizo
y el Valle de Fena que drena sus aguas hacia los pueblos de Yaiza y Uga.
En el macizo de Los
Ajaches se encuentra la segunda mayor altura de la isla, La Atalaya de Femés
(608 m).
Desde el punto de
vista humano destacan los cultivos que se producían en sus valles, dejando ahora toda una infraestructura
agraria de gran interés (gavias, nateros, traveseros, beberos, arenados). El
pastoreo intensivo en esta zona ha reducido la cobertera vegetal de forma
importante, la vegetación potencial ha desaparecido de la zona dejando paso a
un manto vegetal de sustitución.
Desde esta posición alcanzamos a ver, al final del Barranco
del Higueral, ya en el mar, las explotaciones pesqueras que, en forma
de grandes círculos, hay entre la Playa del Pozo y la Playa
de la Casa. A la derecha del Barranco, el Lomo del Pozo.
También desde aquí nos quedan ya a la vista nuestros dos
objetivos de hoy. A nuestra derecha el Pico de la Aceituna (450 metros) y
enfrente de nosotros Pico Redondo (555). A ellos vamos.
Pasada la pequeña loma donde está el panel informativo y la
explotación ganadera, el sendero discurre por la derecha, serpenteando por la
falda del Pico de la Aceituna y en continuo ascenso hasta la Degollada
de Carlos donde, a la altura de un par de postes del tendido eléctrico,
hemos de girar bruscamente hacia la derecha para ir al primer objetivo, en cuyo
punto más alto vemos una construcción que la corona.
Desde la Degollada tenemos unas vistas
excelentes, tato en dirección a Puerto Calero, Puerto del Carmen y Arrecife,
como hacia Las Breñas o hacia Playa Blanca. Es un mirador
privilegiado.
Unos cuantos pasos más en leve ascenso nos llevan a lo alto
del Pico
de la Aceituna, donde encontramos una pequeña construcción, en realidad
un cercado, de piedra, como de un metro de alto.
También desde este punto tenemos unas vistas excelentes de Pico
Redondo (izquierda) y Hacha Grande (derecha), unidos por
la Degollada
del Portugués. Hacha Grande está en mi libreta de
“pendientes” para hacer a la primera oportunidad que tenga.
Las vistas desde aquí son extraordinarias, tanto hacia el Valle
y Barranco
del Higueral como, por el otro lado, hacia los Llanos de las Maretas y a
los Llanos
de Salinas Bermejas, donde vemos el hotel abandonado de Atlantis
del Sol.
Cuando bajamos, queda ante nuestra vista el cómodo sendero
que, bordeando la base de Pico Redondo primero y el de El
Morro de los Dises después, lleva al Valle de los Dises y
conduce hasta la playa del mismo nombre.
También vemos la escarpada y pedregosa loma por la que, en
breves momentos, vamos a tener que trepar.
Aquí debo ADVERTIR
que, en lugar de seguir el sendero de bajada indicado anteriormente para
empezar a subir a partir de él, como hicimos nosotros, probablemente sea más
conveniente y fácil iniciar el ascenso directamente desde la Degollada
de Carlos (donde están los postes de la luz a los que antes me
refería).
Aunque esta alternativa también representará trepar por las
piedras, el avance probablemente sea menos costoso que el que hicimos nosotros.
Inserto una SUGERENCIA
del camino alternativo que sugiero:
Jaime y yo nos echamos a caminar por el sendero y, cuando
vimos que no conducía a la cima de Pico Redondo, no volvimos atrás, sino que comenzamos a
“escalar” por la ladera. La cantidad de piedra es muy grande y, con frecuencia,
tuvimos que hacer uso de las manos y rodillas. No existe mayor peligro si se va
con un mínimo de cuidado, pero la alternativa que sugiero más arriba hace más
lógico, sensato y menos trabajoso el ascenso.
El esfuerzo mereció la pena. Pudimos disfrutar de estupendas
vistas y fotografiarnos ante los espléndidos paisajes que se divisan desde
allí.
Hicimos un pequeño recorrido por la loma hasta llegar al
punto más elevado y desde allí divisamos, unos cuantos metros más allá e una
vez iniciada la bajada, un pequeño refugio circular, construido a base de
piedras del lugar semejante a tantos otros que pueden encontrarse en multitud
de lugares de la Isla y que bajamos a ver de cerca.
Dado que desconocía otra alternativa, opté por bajar de Pico
Redondo al Valle de la Casa directamente desde el refugio aludido. La
bajada es muy pedregosa, un tanto resbaladiza y con bastante pendiente, pues se
salvan casi 249 metros de desnivel en un recorrido de 600.
He de decir que no tuvimos mayores problemas, ya que fuimos
precavidos e hicimos la bajada despacio. Una vez abajo, Jaime señaló el punto
exacto donde iniciamos el descenso.
Inserto una foto con la sugerencia de bajada alternativa,
más fácil y suave por lo que pudimos ver una vez que estuvimos en lo que se
señala como final de bajada en esta alternativa.
En el fondo del Barranco de la Casa pudimos observar
el profundo surco que el agua, en las ocasiones que corre por él, deja en el
terreno, excavando un profundo lecho.
Seguimos el lecho del barranco hasta que nos incorporamos al
sendero que baja, por nuestra derecha, desde el Lomo de la Fuente y que
está perfectamente definido.
El sendero continúa por el lecho del barranco solo durante
unos 200 metros, pues enseguida gira a la izquierda para comenzar una suave y
continua subida hacia donde termina la estribación de Pico Redondo. En esa
subida nos encontramos un lugar donde descansar y protegerse (relativamente)
del sol, que bien merece que se le pusiera una techumbre, por ligera que fuera
y que sería agradecida por los caminantes. También allí vemos un aljibe al que
se le ha roto parte de la cubierta. Contiene algo de agua que, quizá, sea
válida para el riego pero en ningún caso para beber.
Rodeamos la base del final de Pico Redondo, justo por
el lugar que sugería antes para terminar de bajar dicha elevación. Desde este
mismo punto tenemos unas vistas excelentes de Puerto Calero, Puerto
del Carmen y al fondo, más perdido entre la bruma, Arrecife.
Un sendero nos lleva hacia el inicio del Valle
del Higueral, para regresar ya al punto de partida. Mientras lo
recorremos observamos a nuestra derecha los restos de lo que debió ser un
antiguo corral de cabras o algo similar. Y, un poco más adelante, un poste con
señales indicadoras de los diversos senderos que pasan por este punto.
A partir del poste indicador, un último esfuerzo nos ayudará
a superar los 140 metros de desnivel que tenemos delante hasta llegar, de
nuevo, a la explotación de cabras que vimos al principio de la ruta.
Y desde aquí solo nos queda bajar, por los aljibes de agua
que vimos al principio, al lugar donde dejamos aparcado el coche.
Buena ruta, bien explicada y documentada. En los alrededores de Las Peñas del Chache hay varios lugares de altura superior a la Atalaya de Femés
ResponderEliminarSegún las instituciones oficiales españolas (Instituto Geográfico y Catastral, de nivel nacional e Instituto de Información Territorial de Canarias), los dos puntos más elevados de Lanzarote son las Peñas del Chache (673,55 mets) y la Atalaya de Femés (610,73 mts). Oficialmente no existe ninguna altura en la Isla superior a estas dos. Comprenderás
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