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Realizada el día 18 de diciembre
de 2019 en compañía de Antonio Lucas. Día frío, con una
ligera llovizna durante unos diez minutos a mitad de la ruta.
Puntos especialmente
interesantes a visitar son el Centro de Interpretación del Tesoro de
Aliseda, a kilómetro y medio del pueblo así como la Mina Pastora,
quinientos metros más allá, pero conviene tener en cuenta que solo abren de
viernes a domingo y en horario que más adelante indicaré.
Se trata de una ruta
sencilla, corta (unos 12 kms. en ida y vuelta) y bastante llana una vez que se
ha salido de Aliseda y llegado a la desviación al Centro de Interpretación.
Entramos en Aliseda desde
la carretera que llega desde Cáceres. Pasada la gasolinera
entramos por la cuarta calle a la izquierda, calle Constitución, que
seguimos hasta su confluencia con la calle Libertad. Allí, en la acera de
la derecha, hay una oficina del Banco de Santander delante del que
pudimos aparcar sin ningún tipo de problema.
Desde allí salimos en
dirección a la Plaza Mayor para tomar la segunda calle a nuestra derecha (calle
Luis Chamizo que luego cambia su nombre por la de calle Virgen) que seguiremos toda derecha. Es una cuesta arriba
prolongada, al principio de la que están las escuelas.
Cuando coronamos la cuesta
vemos el deposito de agua, una construcción redonda, a nuestra izquierda y
abundante paneles informativos sobre los varios caminos que salen de allí.
Nosotros hemos de seguir de frente conforme a la dirección que traíamos,
carretera adelante.
Trescientos metros más
arriba podemos ver, a nuestra izquierda, el Embalse de Aliseda que
cuando fuimos nosotros estaba a un nivel bajísimo. Antonio y yo comentamos
lo bien que pueden venir las lluvias que se anuncian para que se recuperen
nuestros pantanos.
A nuestra derecha, en una
pronunciada cuesta arriba, sale un camino que lleva al Centro de Interpretación.
Allí mismo vemos las ruinas de lo que fue y se llamó en su día la
Casa de la Mina. Comentamos la posibilidad de subir a ver si está
abierto el Centro, lo que hacemos. Enseguida, a la derecha, vemos el Albergue
El Pericuto que organizó hace unos años una ruta por la Sierra
de San Pedro en la que participamos Vicente Pozas y yo. Ahora
vemos el albergue cerrado. Antonio me comenta la posibilidad de
hablar con la dirección y organizar aquí alguna actividad de club
La Vereína, con rutas incluidas por los alrededores.
Continuamos hasta el Centro
de Interpretación del Tesoro de Aliseda y de la Mina Pastora, un
edificio moderno al que accedemos por unas escaleras. La puerta de entrada está
justo a la parte de atrás, donde hay un aparcamiento para los que vienen en
coche. Está cerrado y solo nos fijamos, de los paneles que hay en la puerta,
que ponen que el horario es a partir de las 10 sin darnos cuenta que se
especifica que solo abren viernes, sábados y domingos. Esto hará que, a la
vuelta, volvamos a subir pensando que estaría abierto y solo entonces nos dimos
cuenta que al ser hoy miércoles no cabía posibilidad de entrar a visitarlo.
Los datos del Centro
de Interpretación del Tesoro son estos:
Teléfono de contacto: 606
306 281
Correo electrónico: centroialiseda@gmail.com
Horarios de apertura:
Viernes y sábado de 10 a 14 y de 16 a 18.
Domingos: de 11
a 14
Por lo que se refiere al Centro
de Interpretación de la Mina, los datos de contacto son los mismos,
mientras que los horarios de visita son viernes, sábados y domingos de 10 a 14.
Hay dos turnos de visita: uno a las 10 y otro a las 12, durando la visita hora
y media y, según mi información, un coste de 2 euros por persona adulta y
gratuita para menores de 12 años.
Circunvalamos el edificio y
volvemos a bajar a la carretera para seguir nuestro camino. Al llegar a la
carretera giramos a la derecha para alcanzar la Mina Pastora
cuatrocientos metros más allá. El edificio de administración se acoda en una
enorme piedra con líquenes verdes.
Desde una cancela exterior
podemos ver la boca de la mina, cerrada también con una cancela. Un panel
informa sobre los horarios de visita que ya hemos reflejado anteriormente.
El origen de la mina es
romano, ya que existen fuentes bibliográficas que citan a Aliseda como lugar
donde había explotaciones mineras de esta época. Hasta 1920 no se volvió a
explotar, pero fue muy poca la actividad en ese año y se cerró de nuevo poco
después.
En 1953 volvió a abrirse
para cerrar, ya definitivamente, en 1958. Este último periodo fue el de mayor
explotación de la mina llegando a contar en esta ocasión con 300 trabajadores.
Se extraía hierro, del que había principalmente dos tipos: oligistos y
limonitas. También se extrajo azufre.
Actualmente pueden
visitarse tres niveles: la galería principal donde se centraba toda la
actividad minera, las galerías de fondo de saco, habitadas hoy por murciélagos
y la Cueva de la Gitana.
Enfrente, una explanada con
un estupendo mirador desde el que se divisan Cáceres muy al fondo, Malpartida
de Cáceres y, a la izquierda, Arroyo de la Luz.
Abandonamos el lugar para
pasar una cancela con paso canadiense que hay detrás de una pequeña
construcción cuyo frente forma parte de la explanada del mirador
Unos cien metros más
adelante estaremos coronando el Puerto de los Terreros, donde el
camino (encementado) se bifurca a izquierda y derecha. Nosotros seguiremos de
frente por la ancha pista que un poco más allá volverá a ser de tierra.
Un poco más allá el camino
hace un zigzag (derecha-izquierda). En el segundo giro hay una desviación a la
derecha que no seguiremos pues desde aquí y ya hasta casi alcanzar nuestro
destino todo el camino es recto.
Todo el entorno que
atravesamos es un gran alcornocal con frecuente bosque bajo de jaras y aulagas.
Seguiremos de frente en
otra intersección de caminos que, por la izquierda lleva al Cortijo
de Valdelasyeguas y por la derecha a la Casa de Valdealiso.
Poco después, y antes de
iniciar una pequeña subida, cruzaremos el cauce del Regado de las Huertas del Peñón
que nosotros encontramos completamente seco. Es posible que por esta zona podamos
observar algunos ciervos pastando entre los alcornoques.
Aunque nosotros no nos
dimos cuenta cuando íbamos hacia la ermita, sí lo vimos al regresar. Desde este
punto, y si miramos hacia atrás POR NUESTRA DERECHA, veremos una amplia urbanización.
Son las Casas de Valdealiso que, como digo, pasan totalmente
inadvertidas yendo para allá pero son muy visibles al regresar a Aliseda.
La carretera EX-303 irá
quedando cada vez más próxima al camino pero siempre caminaremos por éste,
ancho y con buen firme sin llegarnos a cruzar en ningún momento con la
carretera.
Cuando nos encontramos ya
muy próximos a la carretera cruzamos una nueva cancela con paso canadiense.
Dejando a nuestra derecha
la Sierra
de la Umbría y a nuestra izquierda la Sierra de las Turras,
pasamos por el Puerto del Acehúche.
El tramo de ruta que
hacemos ahora es muy hermoso, con un alcornocal cerrado y una presencia masiva
de arbustos que hace que nos sintamos
realmente a gusto. Ir encajonados entre las sierras hace que el paisaje sea más
umbrío.
Tras una suave bajada vemos
una pared a nuestra derecha y una construcción al final de la misma. Allí una
nueva intersección de caminos. En realidad el de la izquierda es la salida de
la carretera para acceder a la Ermita de Nuestra Señora del Campo,
mientras que el de la derecha, que es el que hemos de tomar, es que nos
conducirá a nosotros hasta la misma ermita.
Nos adentramos en la Dehesa
de los Hitos. De hecho, a la ermita propiamente dicha también se la
denomina como Ermita de los Hitos, que acoge a Nuestra Señora del Campo.
Cuando empezamos a subir
hacia la ermita llama nuestra atención una extensa construcción de color rojo
oscuro que queda a nuestra izquierda, al otro lado de la carretera. Destaca la
esquina más próxima a nosotros, con forma de torre. Se trata de la Casa
de los Hitos, de la que no me ha sido posible obtener información
complementaria.
Rematar la subida hay una
pequeña explanada con un alcornoque en el centro que hace las veces de rotonda.
A la izquierda un panel informativo sobre la Sierra de San Pedro y el
inicio de un senderillo de piedras (hecho en 2006) que conduce a la entrada de
la ermita.
La ermita y la casa del
ermitaño, al lado, son unas sencillas construcciones de mamposterías,
encaladas. De la ermita se dice que su origen puede datarse en el siglo
XV, habiendo constancia de algunas remodelaciones hechas en el siglo
XVIII. En el año 2006 se acometieron varias obras de adecuación, tanto
de los accesos a la ermita, como de reconstrucción de los aseos existentes.
Junto a la ermita hay un
crucero, con base y capital de granito, rematado con una cruz de forja que
evoca la Eucaristía.
Aunque no pudimos entrar a
verla por estar cerrada, sabemos que el interior de la ermita es de una sola
nave, rectangular, cubierta por bóveda de aristas con arcos de granito. En el
ábside hay una hornacina en arco de medio punto enmarcado por molduras de granito
que alberga la imagen de la Virgen del Campo, que es una talla
policromada, sedente, con el Niño en brazos de los siglos
XIII o XIV. Son del románico tardío, por lo que la Virgen
y el Niño
no muestran relación entre ellos, mirando ambos al frente. Se caracterizan por
ser figuras alargadas con cierta desproporción entre la cabeza y el cuerpo.
Cuenta la leyenda que un
joven carbonero que tenía por estos campos su carbonera no lograba, a causa de
las lluvias, prender fuego a la misma para fabricar el carbón. La Virgen
se le apareció e hizo que escampara, con lo que al fin pudo encenderla. El humo
blanco que empezó a salir de la carbonera tomó la forma de un manto blanco que
siguió a la Virgen en su ascenso al cielo.
En la parte de atrás de la
ermita hay una buena explanada con un templete cubierto. Desde allí hay unas
vistas excelentes hacia las cinco sierras vecinas: las de Pajonales, Brava,
de
las Perdices, de Peñaquemada y de la
Umbría.
Rematada la visita,
volvemos sobre nuestros pasos hacia Aliseda, sin tener otra cosa que
resaltar más que el ya citado avistamiento de la Casa de Valdealiso, que
nos pasó desapercibido a nuestra venida.
Al llegar al cruce por el
que se sube al Centro de Interpretación decidimos hacer un nuevo intento, por
si ahora lo encontrábamos abierto pero, como ya dije al principio, solo abre de
viernes a domingo y nosotros fuimos un miércoles, por lo que aceleramos el paso
para llegar al pueblo porque a lo lejos se apreciaban ya las mantas de agua que
traía la famosa borrasca Elsa, que tanta agua dejó en los días siguientes.
En Aliseda bajamos por el
mismo sitio que habíamos subido pero a mitad de la calle Virgen nos
desviamos, por la derecha, por la calle Puerto con la intención de ir
a la Plaza
Mayor y a la Iglesia. En la bajada nos queda una
bonita vista de toda la parte superior de la iglesia.
De allí pasamos, para
rematar la visita, a ver la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, que
se empezó a construir en el siglo XV y se finalizó en el XVIII
siendo su estilo, en general, barroco.
Construida en mampostería
de pizarra en su mayor parte, con refuerzos de canterías en esquinas y
contrafuertes es de planta única y con dos entradas. La nave tiene tres tramos
con bóveda de medio cañón.
En el exterior destacan sus
dos portadas de acceso (sur y oeste), barrocas del siglo XVII. La meridional
solo tiene como motivo decorativo unos placados triangulares en la cornisilla
que cierra el arco por la parte de arriba. La occidental, con una amplia escalinata
de acceso, está más ornada.
En el borde del tejado de
uno de los laterales podemos ver una estatua del Corazón de Jesús.
Girada la visita, volvimos
al coche francamente satisfechos de la visita realizado y lamentando únicamente
no haber podido visitar el Centro de Interpretación y la Mina.
Aunque esto nos servirá de pretexto para volver en otra ocasión.
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