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Realizada el domingo 22 de febrero de
2015, día claro y soleado, frío a primera hora que se fue tornando más cálido
según avanzó la mañana. La ruta se encuadra dentro del Circuito de Rutas
Senderistas “Camina Extremadura 2015” de la FEXME.
Garciaz es uno de los enclaves más bonitos
de la comarca. Su sierra se localiza entre las elevaciones de las Villuercas y
la penillanura Trujillana
La ruta tiene un desnivel de algo más
de 500 metros por la subida al Pico Venero, que no representa mayor dificultad
que el tratarse de una cuesta prolongada que llega a hacerse “cansina” para
quien no cuente con una razonable forma, si bien se supera por cualquiera sin
especiales dificultades.
Participamos 350 senderistas que nos
dimos cita en la Plaza Mayor de Garciaz, donde se ubica el Ayuntamiento y un
magnífico Rollo de Justicia.
Tras acreditarnos, dime una pequeña
vuelta por el pueblo, sorprendiéndonos la abundancia de escudos nobiliarios y
las puertas de algunas casas de magnífica factura, así como la Iglesia de
Santiago Apóstol, dotada de unos enormes contrafuertes.
Sobre las 9,30 nos encontrábamos
presentes todos los participantes, por lo que se procedió a dar la salida.
Salimos por la calle de los Perales, a
la derecha del Ayuntamiento según se sale del mismo, pasando por delante de una
casa grande con una curiosa chimenea que sale de una de sus ventanas y, tras
dejar a nuestra derecha la calle San Fermín, tomamos la calle Burgos para
encontrarnos enseguida entre las pequeñas parcelas que circundan el pueblo.
La organización había modificado lo que
era el track oficial de esta Ruta, de la FEXME, que sale por otra parte del
pueblo y lleva, por un cómodo sendero, hasta el Embalse de Garciaz. En
esta ocasión prefirieron optar por un amplísimo camino de tierra muy bien
compactada (el llamado “Camino de la Ribera”),
y cómodo de andar, por el que transitamos 3,5 kilómetros.
Cuando nos encontramos en las
inmediaciones del Embalse de Garciaz, también denominado “Pantano de los Maruelos”,
tomamos otro camino que gira bruscamente a la derecha, abandonamos el Camino
de la Ribera para ir al encuentro del Embalse.
La organización nos hizo bajar una
cuesta para, pasando por delante de la presa, encontrarnos con el sendero
“oficial” de esta ruta, teniendo que volver a recuperar el nivel descendido.
Por mi parte, si alguien se decide a
hacer este recorrido, en lugar del “oficial”, recomiendo ir directamente a la
pared de la presa, que puede recorrerse en toda su longitud y recrearse en las
vistas existentes desde allí.
Una vez cruzada la Presa y en el punto
donde iniciamos el descenso al pie de la misma, tomamos un camino que sale a la
derecha y que nos lleva a pasar, en cuesta ascendente, primero delante de una
casa y, un poco más allá, junto a una gran nave,
Pasados unos ochocientos metros de la
nave, abandonamos el camino que traíamos para adentrarnos en un precioso y
tupido castañar. Cuando nosotros hacemos la ruta, los castaños están
desprovistos de hojas, pero no nos cuesta ningún trabajo imaginarnos la
maravilla que debe ser a finales de octubre y durante todo el mes de noviembre.
Vicente, Antonio y yo comentamos lo atractivo que se nos hace volver por esas fechas a
finales de este año.
A los pocos metros nos topamos con un
enorme ejemplar de castaño que llama la atención de todos los senderistas que
acuden, en grupos, a fotografiarse con la mole arbórea.
Poco más adelante entramos en un
robledal en el que nos encontramos un cartel, olvidado, por los amigos de la
muerte, por aquéllos que salen al campo, no para matar el tiempo, sino para
matar la vida. El abandono del cartel puede servir de índice de lo que se
preocupan por reponer las cosas como estaban cuando las encontraron. Una
lástima.
Enseguida tenemos que hacer un brusco
giro a la izquierda. Estamos ya en la Cuerda de los Canchos del Agua que,
partiendo de la base de Cerro de las Cabrerizas nos lleva al
pie del Cerro de los Maruelos y, desde allí, en empinada y prolongada
cuesta, hasta el Pico Venero.
Las vistas van siendo cada vez más
hermosas
La subidita se las trae y más de uno
farfulla entre dientes. Son, desde el brusco giro a la izquierda, algo más de
dos kilómetros continuos de subida, con una pendiente del 10% que no se suaviza
en ningún momento. Vemos, a nuestra izquierda, mientras subimos, cómo se ha
aterrazado la sierra para aprovecharla con plantaciones. Y más allá, Gredos,
apoteósico con sus cumbres nevadas. Y un poco más cerca Navezuelas… o quizá
Berzocana.
En los últimos cientos de metros voy
sudando, pero me apremia más llegar arriba que quitarme la chaqueta de goretex
que, a pesar de ser muy transpirable, no deja de ser abrigada. Y lo noto.
Llego arriba el primero de los tres,
cansado. Cinco minutos después de mí llegará Antonio y unos tres
minutos después que éste lo hará Vicente. También cansados, como es
lógico.
Tienen aquí el avituallamiento. Un
plátano y un refresco sin azúcar me ayudan a reponerme mientras disfruto de las
extensas y hermosísimas vistas que pueden contemplarse desde lo alto del Cerro
Venero, de 1128 metros.
Estamos subidos al lomo de la Sierra
de Guadalupe y, a nuestros pies se extiende la extensa llanura
comprendida en el triángulo Zorita-Logrosán-Madrigalejo, con el Embalse
de Sierra Brava en medio de las tres localidades y los embalses del Río
Ruecas y del Cubilar junto a Logrosán, que vemos con
toda claridad y mirando al valle, a nuestra izquierda.
Al fondo, ya en la provincia de Badajoz,
lo que creo identificar como las Sierras de Velasco, de la
Chimenea y de los Pastillos.
Y al pie mismo de donde estamos, casi
debajo del punto geodésico que marca el vértice del Cerro Venero, Logrosán.
La construcción donde se alza el punto
que marca el vértice constituye (como en todos sitio donde está) un inevitable
polo de atracción a los senderistas.
Descansados de la subida y solazados
con las vistas, iniciamos el regreso. Para ello tomamos un camino que sale por
la izquierda de la pista por la que hemos subido hasta aquí. Es decir, que
comenzamos la bajada dando la espalda, literalmente, al valle que acabamos de
contemplar.
Comenzamos a perder altura mientras el
sendero discurre por medio de un castañar muy bien plantado.
El camino de regreso es, a mi juicio,
más hermoso, en su conjunto y por el entorno, que el de subida. Y, todo hay que
decirlo, bastante más descansado, pues todo es cuesta abajo.
El punto del recorrido en que nos
encontramos tiene una curiosidad, pues en el mismo confluyen los términos
municipales de Garciaz, Logrosán y Berzocana.
Tras un giro a la izquierda, el camino
va ya en franco descenso y discurre por la Cuerda de Martín Herrero primero y
por la Cuerda de las Viñas después, que no abandonaremos hasta llegar
al Camino
de Concepción, donde confluye con el Arroyo de Valdepuercas.
Prácticamente durante toda la bajada
tendremos enfrente de nosotros unas vistas espectaculares de las
Villuercas, pudiendo distinguir con facilidad Cabañas del Castillo y,
más a la izquierda, Retamosa.
Tras un pequeño repecho, salimos de la
zona arbolada y queda a la vista, por la izquierda del camino que seguimos, una
vista espléndida de Garciaz, sobresaliendo en todos sus edificios la iglesia
de Santiago Apóstol y, al fondo, la Cuerda de Valdelamadera.
En un giro a la izquierda de 90º que
hace el camino, un paso canadiense y enfilamos ya, decididamente, en dirección
a Garciaz.
A poco más de un kilómetro del giro a
la izquierda, podemos ver a la derecha del camino los restos de una antigua
cantera con los huecos producidos por las excavaciones llenos de agua.
Pocos metros más adelante, al borde
mismo del camino, por la izquierda, la Ermita de la Concepción que en su
interior alberga un esgrafiado con el tema de la Anunciación y que no pudimos
ver por encontrarse cerrada cuando pasamos nosotros.
Cuando ya tenemos el pueblo casi al
alcance de la mano, un pozo de estructura rectangular y tapado por un enrejado
nos sale al encuentro por nuestra derecha.
Y a pocos metros un puente que nos
ayuda a cruzar el río Garciaz.
Concluimos la ruta donde la empezamos:
en la Plaza Mayor de Garciaz, donde la organización nos ofrece unas estupendas
migas.
Magnífico reportage como siempre. Unas vistas preciosas... y como lo has disfrutado. Bravo.
ResponderEliminarPasosligeros.
ruta muy chula.....la vamos a hacer con mi grupo este 18 de nov.de 2017
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