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Vuelo realizado el 17 de octubre de 2014,
con una duración de 2 horas y 14 minutos para una distancia de 1.664
kilómetros.
El track da una altura en Barajas, en el
momento del despegue, de 581 metros y, curiosamente, el gps no registra la
grabación de la pérdida de altura (que no la distancia) cuando estábamos a 500
metros de altitud, a escasos 3 kilómetros del aeropuerto, que enfilábamos ya
para el aterrizaje. Lo normal es que el track hubiera terminado a pocos metros
sobre el nivel del mar.
Las instalaciones de la T-4 del aeropuerto
de Barajas
(hoy Adolfo
Suárez), sobradamente conocidas, pero no por ello menos espectaculares.
A mi, al menos, me encantan.
Las tiendas allí instaladas, de superlujo y
superprecio. Creo que son carísimas y, a menos que necesites algo con urgencia,
pienso que es una tontería comprar allí nada. Eso sí, muy bien montadas.
Y un entretenimiento gratuito, al menos para
los que volamos en tres o cuatro veces al año, contemplar las operaciones con
los aviones ubicados en la terminal.
Con relativa (e insisto: relativa)
puntualidad y en medio de una lluvia abundante, despegamos.
El avión va tomando altura con dirección
norte para, pasados Tres Cantos y antes de Colmenar Viejo, girar en dirección
noroeste y luego, rápidamente, hacia el sur.
Cuando por estas mismas fechas de 2013
realicé el mismo viaje, volamos con Air Europa y el avión se dirigió
desde Madrid a la vertical de Cáceres y desde allí fue
adentrándose en Portugal, de modo que salimos de la Península Ibérica justo
por el extremo sur de Portugal, teniendo la oportunidad de
disfrutar de una vista preciosa de toda la península cuyos extremos los marcan
el Cabo
de San Vicente y la localidad portuguesa de Sagres. He aquí la foto
que tomé en aquella ocasión.
En esta ocasión, sin embargo, volé con Iberia.
Yo esperaba que la ruta hiciera el mismo recorrido y preparé mi cámara para
volver a fotografiar aquella preciosidad. Sin embargo enseguida me di cuenta
que volábamos por otra zona. De haber sobrevolado la provincia de Cáceres la
hubiera identificado. Pero sobrevolamos Sevilla y, desde allí, nos dirigimos
a Cádiz.
Esta es la foto que pude tomar de las afueras
de Sevilla.
El avión salió de la península sobrevolando
la Playa
de Matalascañas y el Parque de Doñana, muy cerca de Sanlúcar
de Barrameda, a una altura aproximada de 7.500 metros.
Hicimos todo el recorrido sobrevolando el
mar y alejados no menos de 200 kms. (en el punto más próximo) de la costa de Marruecos.
Aproximadamente cuando faltaban 200 ksm.
para llegar a Lanzarote el avión alcanzó su altura máxima en este vuelo, de
10.735 metros para comenzar enseguida un rápido descenso que lleva hacia el sur
de la Isla para volver a tomar rumbo norte al objeto de aterrizar.
Como ocupaba una de las ventanillas del lado
derecho del avión, tuve la oportunidad de poder fotografiar, desde la distancia
y con una muy regular nitidez, primero Alegranza y después La Graciosa
y Montaña
Clara.
Pude identificar, sin ninguna dificultad, Órzola,
la población más norteña de Lanzarote.
Y bordeamos la costa en dirección al
aeropuerto, dejando a nuestra derecha Punta Mujeres y Arrieta.
Antes de volver a tomar rumbo al norte para
aterrizar, divisamos a nuestra derecha Arrecife, Playa Honda y el propio
aeropuerto.
Y, finalmente, describimos la obligada
curva, para coger rumbo al norte enfilando con ello, las pistas de aterrizaje.
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