lunes, 10 de febrero de 2014

Los Tres Cerros: del Lobo, Monte Abuela y Otero


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Es una de las rutas típicamente cacereñas. De una distancia más que razonable (10 kms.) y con un desnivel anecdótico (100 metros) permite una vistas magníficas de la ciudad desde el oeste así como de buena parte de la penillanura cacereña, resultando una ruta óptima para cualquier persona, aún cuando no se tenga especial preparación, así como ideal para hacerla en familia (siempre con un normal cuidado si van niños).
Podemos comenzar la ruta en el Parque del Príncipe, bajando por el mismo hasta la salida a Aguas Vivas.


Salimos del Parque a la altura de la Residencia de la Tercera Edad y cruzamos a la izquierda para pasar por delante de la Fuente de Aguas Vivas.


Pasada la Fuente, subimos por el camino de la izquierda que va hacia la Ronda Norte, sin acceder a la misma, pues hemos de cruzar al otro lado a través del puente elevado, bajando luego por la calzada peatonal en dirección a la rotonda que hay a la derecha al cruzar el puente.


A la altura del paso de peatones existente al llegar a la rotonda citada, nos pegamos a una cancela que hay a la izquierda, pasado un camino de tierra, para iniciar la subida hacia el Cerro del Lobo.
Este es el único punto que encierra algo de peligro. Ahí existe una subida para iniciar la marcha por el Cerro del Lobo, con un desnivel muy importante a la derecha, sobre la rotonda.  El espacio para subir es suficiente, pero es conveniente, sobre todo si se va con niños, pegarse bien a la alambrada existente a la izquierda para evitar cualquier peligro.
La vereda gira a la izquierda, dirigiéndose hacia lo alto pegada a una pequeña pared existente.
Conforme se va ascendiendo, merece la pena mirar atrás de vez en cuando, pues las vistas de Cáceres desde aquí son preciosas. Máxime al llegar al grupo de grandes rocas que son el punto más alto del Cerro.


Pasamos por el lado derecho de esas grandes rocas a las que me he referido, para seguir una vereda claramente marcada ya en el descenso.
El punto más bajo de este tramo (el camino es una continua bajada para empezar a ascender de forma repentina) es el cauce seco del Arroyo de las Yegüas.

A la vaguada le sigue una cuesta que, cuando estemos casi llegando al final, gira a la izquierda. En ese punto veremos un paredón de unos 3 metros de altura enfrente, al que podremos llegar a través de una vereda poco marcada. Hemos de seguir por esta vereda hasta el paredón.
Con esto habremos recorrido 3,6 kms. y encontraremos un camino que viene desde lo alto de la Sierrilla y baja hacia la carretera que veremos a nuestra derecha y a lo lejos. Este camino es la Cañada Real del Casar de Cáceres, que recorreremos hacia abajo durante unos 200 metros, yendo paralelos paredón antiguo al que me refería antes. En un punto en que hay una encina grande giramos a la izquierda por un camino. No tiene pérdida porque es el sitio donde el paredón hace un giro de 90º hacia la izquierda.
Vamos a ver un camino que viene desde la izquierda y que va a encontrarse con la Cañada Real que acabamos de dejar. Hay que tener cuidado, pues para acceder a ese camino hay un escalón de más de 50 cms. Y es que el camino comparte espacio con el cauce del Arroyo de la Traición, habitualmente seco.
Seguimos el camino hacia la izquierda, por lo que continuamos caminando paralelos al paredón. Casi enseguida a nuestra izquierda hay un poco sin tapadera. Tiene un pequeño brocal y no es excesivamente hondo, pero si se va con niños es mejor estar pendientes.

Enseguida veremos, pegada al paredón y al otro lado del mismo, las ruinas de la Casa Marrón.
A su altura hay dos cancelas que tendremos que atravesar. Son de acceso libre y resulta imprescindible dejarlas cerradas una vez que hayamos pasado, pues al otro lado hay ganado suelto.

Esta zona es preciosa y en primavera está plagada de flores. Todo el paraje de nuestra derecha lleva el mismo nombre que el arroyo antes citado: La Traición.
Atravesadas las cancelas bajamos hacia la Dehesa de Santo Toribio. Es una preciosidad y el acceso es público. Este camino que llevamos es público yt puede seguirse hasta llegar al Polígono de las Capellanías, donde hay una salida (con cancela) a la carretera.
Ya enfrente de nosotros vemos el Monte Abuela.
Seguiremos andando hasta ver una charca a nuestra derecha.
Delante de nosotros está el cauce (también seco) del Arroyo de la Fuente Empedrada, que es el que alimenta de agua a la charca que acabamos de ver. Al otro lado del cauce veremos dos postes de madera, sin puerta, que indica el punto de paso a la Dehesa de Santo Toribio. Suelen haber vacas pastando. A nuestra izquierda, una explotación ganadera.

En este punto iniciamos el regreso, dando media vuelta y subiendo otra vez hacia las dos cancelas que, tras atravesarlas, volveremos a dejar cerradas.
Vueltos a la Cañada Real del Casar, subimos hacia el Cerro Otero, que queda a nuestra derecha y en el que se asientan los chalecitos que vamos viendo ahora.
Al llegar arriba, no necesitamos pisar asfalto. Seguiremos un camino de tierra por nuestra derecha. Iremos bajando bordeando las casas de la Urbanización la Sierrilla, que quedan a nuestra derecha.
Al llegar a la calle Comarca de las Villuercas, que nos sale al paso, giramos a la izquierda en la Rotonda que sube desde el Club de Tenis. Desde aquí hasta llegar cerca de la entrada del Olivar Chico de los Frailes, vamos a ir pisando asfalto a la vez que describiendo un giro hacia la derecha, hasta tener enfrente el Cerro de la Sierrilla y el camino que lleva a los depósitos de agua. Ahí giramos a la derecha para bajar al Olivar, al que entraremos por un acceso que permite el paso de la gente de uno en uno.
Nuestra ruta termina en la Zona de Recreo del Olivar.

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